Con el ministerio de ujieres hemos estado revisando algunos elementos referentes a su servicio. Aquí un extracto del material que se hallan estudiando.
¿Qué es un Ujier?
En esta primera parte analizaremos tanto la historia del término como las palabras bíblicas relacionadas con sus funciones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Revisaremos, finalmente dos modelos bíblicos de servicio, uno del Antiguo y otro del Nuevo Testamentos
Historia del término “Ujier”.
Durante la edad media, la palabra Ujier hacía referencia a la persona encargada de guardar las puertas en los palacios. Cuidaban de que solamente pasaran al interior aquellas personas que tuvieran motivos serios para reunirse con el rey.
En aquellos tiempos uno de los personajes más importantes del gobierno era justamente la persona encargada de guardar las puertas del palacio. En sus manos se hallaba la llave del mismo. Por ende, debía ser alguien que gozara de toda la confianza del rey. Si el ujier traicionaba al rey, las llaves del palacio y con ellas el rey mismo podían caer en manos enemigas. El ujier era el que concedía o negaba acceso al rey.
En la actualidad es usada con poca frecuencia. No obstante, “en algunos tribunales y cuerpos del Estado [el Ujier] tiene a su cargo la práctica de ciertas diligencias en la tramitación de los asuntos, y algunas veces cuida del orden y mantenimiento de los estrados.”
Podemos decir en síntesis que la labor del ujier está relacionada con 1) la recepción de las personas a la entrada de algunos edificios; 2) la custodia de las puertas, así como el cuidado de que las diferentes actividades que se realizan al interior sean hechas sin ningún contratiempo; y, finalmente, 3) velar por la adecuada presentación de las instalaciones, en la medida de sus posibilidades.
Comentario: Se puede apreciar la importancia que tiene el ujier en la historia del término. Los reyes disponían de un Ujier que gozaba de toda su confianza. Así también, Dios, nuestro rey y Señor, ha dispuesto en las puertas de la iglesia a un grupo de creyentes de su confianza para que reciban a los asistentes y velen por el adecuado desarrollo del servicio dominical.
Deja una respuesta