Dice la teóloga protestante Dorothee Sölle «hace demasiado frío en el mundo para que creamos que se puede vivir sin estar abrigados bajo el manto de Dios. La gracia nos da calor, pero al mismo tiempo nos ayuda a tejer conjuntamente el manto de Dios». La gracia no nos inutiliza ante Dios. Por el contrario, nos da un propósito, un sentido y una fuerza para vivir y para servir. La gracia de Dios es más evidente cuanto más dispuestos estamos a extender la mano en solidaridad al prójimo. Por el contrario, cuando cerramos nuestros puentes hacia los demás por temor a ser heridos o por puro egoísmo, nos quedamos sin caminos que permitan ingresar a Dios en nuestras vidas.
Mientras muchos reclaman y se quejan por las guerras, el hambre y la maldad en nuestro mundo, Dios espera usar sus manos para redimir a la creación entera. Pero esas manos somos nosotros, sus hijos.
Una leyenda antigua es muy expresiva al respecto narrada por William Barclay:
Cuando Jesús volvió al Cielo después de haber pasado un tiempo en la Tierra. Aun en el Cielo seguía llevando las cicatrices de Su pasión. Los ángeles estaban hablando con Él, y Gabriel dijo: » Maestro, tienes que haber sufrido terriblemente por los humanos de allí abajo.» » Es verdad,» le contestó Jesús. » Y -siguió diciéndole Gabriel-, ¿ya saben todos cuánto los has amado y lo que has hecho por ellos?» » Oh no -dijo Jesús-,todavía no. Hasta ahora solo lo saben unos pocos en Palestina.» » ¿Y qué plan has hecho dijo Gabriel- para que todos lo sepan?» Jesús dijo: » Les he pedido a Pedro y a Santiago y a Juan y a otros pocos que dediquen sus vidas a hablarles a otros de Mí; y los otros se lo dirán a otros, y así a otros, hasta que el último ser humano en el último rincón de la Tierra sepa lo que Yo he hecho.» Gabriel parecía dudar, porque sabía muy bien lo poco de fiar que somos los humanos. «Sí -dijo-, ¿pero qué si Pedro y Santiago y Juan se olvidan? ¿Y si no cumplen los que vayan detrás? ¿Qué si allá abajo, en el siglo veinte, la gente no sigue hablando de Ti? ¿Es que no has hecho ningún otro plan?» Y Jesús respondió: «Pues no, no he hecho ningún otro plan. Cuento con ellos.» Decir que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo quiere decir que Jesús cuenta con nosotros».
Dios necesita hombres y mujeres de valor que lleven a cabo la tarea de esparcir su esperanza a las naciones. Dirás: Heme aquí Señor, envíame a mí, yo iré…
Deja una respuesta