La pasión que pongamos en las actividades que realicemos es muy importante para lograr con éxito su cumplimiento. La pasión es como un motor que nos da nuevas fuerzas cuando ya no las tenemos. Una persona apasionada por su trabajo puede hacer más de lo que se le pide sólo por el hecho de que disfruta del mismo.
La pasión de Moisés por llevar al pueblo hasta la tierra prometida fue el aliciente que le hizo falta para soportar los desánimos, las críticas y los problemas del camino. La pasión de David por Dios le hizo capaz de dirigir el reino y fortalecerlo aún en medio de las adversidades que suponían pueblos enemigos con los filisteos.La pasión de Jesús por nosotros lo hizo llegar hasta la cruz por amor. Pero más aún esa pasión de Dios por nosotros lo hizo salvarnos cuando bien podía dejarnos dejar que su justo juicio nos fulmine.
La pasión que pongas en tu trabajo es de vital importancia. Pero más aún cuando se trata de la obra que Dios ha puesto en tus manos. Si haciendo lo meramente humano recibes retribución de tu esfuerzo cuánto más si pones pasión a la obra de Dios. Empiezas a obrar no sólo en las fuerzas humanas sino que Dios añade a tu pasión su amor apasionado por nosotros para multiplicar los resultados de tu labor.
Este día domingo en nuestros dos culto estaremos meditando acerca de esa pasión por Dios y su obra. Nuestro pastor invitado es Luis Solís, miembro del equipo pastoral de la Iglesia Alianza Encuentro Cumbayá
Texto bíblico: Hageo 1:1-13
Horarios:
Primer culto: 08h00
Segundo culto: 11h00
Deja una respuesta