Las maldiciones generacionales


maldiciones1Muy a menudo se escucha de las maldiciones generacionales en muchas iglesias. Se supone que a pesar de haber recibido a Cristo, algunas maldiciones que pesaban sobre nuestros antepasados pueden caer sobre nosotros debido a que se debe cumplir lo que dice en los diez mandamientos:

… porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.

De acuerdo a la interpretación que se hace de este texto, la maldición que recibió un abuelo puede caer sobre el nieto si este no hace algo para cortar con esa maldición. De este modo, pues, vemos a muchos cristianos luchando con maldiciones generacionales que pseudoprofetas les vaticinan luego de años de haber aceptado a Cristo como su Señor.

Para poder entender el texto que se menciona en los diez mandamientos debemos alcarar algunas cosas sobre el contexto en el que se dicta estos mandamientos.

El pueblo israelita estaba acostumbrado, como prácticamente todos los pueblos nómadas y seminómadas, a vivir en carpas rodeados de todos sus familiares. Lo más común era que las nueras se pasaran a vivir al clan del esposo. Es decir se levantaba una nueva carpa cerca de la carpa del padre, la cual estaba cerca de la del abuelo. Cuando se movilizaban todos levantaban sus carpas y se movían en la misma dirección. Todo les pertenecía a todos y todos seguían la dirección del hombre más viejo del clan. A su vez, este hombre podía recibir el consejo de sus hijos y nietos antes de tomar grandes decisiones que les afectasen a todos.

Así pues si el abuelo tomaba la decisión de servir a un determinado Dios, era toda la tribu la que se volcaba sobre ese nuevo Dios. Los hijos y los nietos, si no ponían ninguna objeción, debían obedecer la decisión del abuelo.

Cuando el texto bíblico nos habla de la visitación de la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación, está haciendo alusión a que el juicio de Dios caería sobre toda la tribu allí reunida. Por cuanto todos habían aprobado la decisión tribal, todos eran culpables de la mala decisión.

Más adelante, cuando el pueblo de Israel se asiente y haya más independencia entre las diferentes familias, este versículo de los diez mandamientos causó molestia en el pueblo. Tal es así que Dios por medio de dos profetas diferentes y en dos ocasiones distintas advierte que tal idea no debe ser aflicción para el pueblo pues Dios disciplina de acuerdo a los actos de cada uno y no de acuerdo a las acciones de los padres, los abuelos o los tatarabuelos. En primer lugar en los tiempos del profeta Jeremías viene por primera vez la corrección:

En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera, sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera. (Jer 31:29-30)

Ante el pesar por la idea de que el pecado de los padres cayese sobre los hijos, Jeremías en nombre de Dios dice que no será así sino que quien peca debe pagar por su pecado. Quita así, ya en tiempos del Antiguo testamento esa idea de que quien peca atrae una maldición sobre sus hijos de la cual estos no saben y sin embargo deben pagar.

team74-spanEn una segunda ocasión se vuelve a decir esto en los tiempos del profeta Ezequiel, cuando en su libro dice:

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. (Ez 18:1-4)

Así pues por segunda ocasión se advierte que no hay tal cosa como consecuencias generacionales de los pecados de una persona. Quienes pretenden que Dios actúe por medio de pecados que se traspasan de una persona a su descendencia, de manera casi genética, están haciendo del pecado una cuestión mágica que nada tiene que ver con el texto bíblico. Siempre el texto bíblico nos llamará a ser responsables de nuestros actos. La idea de maldiciones generacionales hace suponer que no somos culpables de nuestros pecados, que los hemos heredado y que por lo tanto con declarar, atar, etc., ya hemos conseguido deshacernos de las consecuencias de un pecado. Lo cierto que es que debemos asumir nuestra responsabilidad por los actos que realizamos, esa es la actitud de un creyente fiel al Señor.

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Un comentario sobre “Las maldiciones generacionales

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  1. Super interesante x años me han hecho creer esto de las maldiciones generacionales q nos atan a creencias erróneas e incluso a miedos q no tienen fundamenti. Ahora me doy cuenta son una mala interpretación de las escrituras de personas q no conocen a fondo el.contexto historico d las escrituras.

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