La vida cristiana no es sólo seriedad, solemnidad y reverencia, también es gozo, danza y exaltación. Muchos cristianos enfatizan desmedidamente el silencio, la quietud y la serenidad en desmedro de la alegría, la fiesta y el gozo de la salvación. Es evidente, que en otros casos nos encontramos con personas que sobredimensionan la algarabía y las expresiones corporales de alabanza (Saltos, aplausos, danza, etc.). Tanto en uno como en otro extremo nos hallamos frente a una comprensión de la fe fragmentaria. Debemos ser solemnes en muchos casos, y debemos expresar con todo nuestro ser esa alegría por la salvación. Ambos elementos son importantes y, por lo tanto, deben ser trabajados en nuestras iglesias.
En esta ocasión les presentamos una exposición de la importancia de la alegría de la vida cristiana. Esperamos sea de edificación para sus vidas.
Bendiciones.
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