Si puedes hacer algo, ¡ten compasión de nosotros y ayúdanos!» Jesús le dijo: «¿Cómo que “si puedes”? Para quien cree, todo es posible.» Al instante, el padre del muchacho exclamó: «¡Creo! ¡Ayúdame en mi incredulidad!». Marcos 9:22b-24
Entre muchos falsos maestros actuales la idea de que nuestras palabras tienen poder es muy popular. Muchos consideran que debes decir sólo cosas positivas pues de lo contrario no tendrás bendición. “Tú recibes lo que proclamas con tus labios” es la fe que muchos comparten hoy en día.
Si bien toda aquella manera de pensar es falsa y no tiene ningún sustento bíblico, en el caso del padre del muchacho con espíritu inmundo nos permite ver que lo que decimos puede reflejar claramente lo que hay en nuestro interior. Dice aquel hombre: “Si puedes hacer algo”, frase que Jesús reclama como evidencia de falta de fe. No le está pidiendo que empiece a declarar en fe aun cuando no posea dicha fe con la esperanza de que en el futuro logre creer en verdad. Lo que Jesús le pide es que haga un autoexamen acerca de la confianza en Dios que tiene.
La respuesta del hombre es la más adecuada que cualquiera podría dar en esas circunstancias, no declara tener una fe que en realidad no posee, sino que clama a Jesús para que le ayude en su incredulidad. Más es lo que Dios puede hacer por nosotros si con honestidad le pedimos su ayuda en nuestros momentos de debilidad espiritual que si simplemente negamos tener dudas y acallamos nuestros temores con declaraciones de fe vacías que en realidad nada tienen que ver con lo que estamos sintiendo en aquel momento. Incluso es más factible encontrar alguien que nos ayude en aquellos momentos de incredulidad si reconocemos nuestra pobreza espiritual que si la acallamos por medio de falsas declaraciones de fe. Jesús no sólo que ayudó a aquel hombre anegado por las dudas, sino que respondió a la petición por la sanidad de su hijo. Nada hay más valioso que presentarnos ante Dios con nuestra debilidad, inclusive con nuestra debilidad espiritual para que Él pueda sostenernos en aquellos momentos.
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