¡Oh, amado Padre de gloria!
Tú eres quien pastorea mi vida
Tú caminas a mi lado cual fiel amigo
Tú eres mi pan bendito que alimenta a mi ser
Cual gacela que busca pasto me llevas
Por senderos de pastos verdes que me alimenta
Bajo tus alas me permites descansar del sol abrasador
En tus arroyos de dulces aguas refrescas mi cuerpo y mi alma
Cuando yo, abatida me encontraba, Mi Amado con su ternura me consoló
Toma mi mano cual padre amoroso y me guía por caminos seguros
Cuando las turbulencias de la vida me azotaron para destruirme, yo en ti confié
Mi alma está convencida de tu poder para librarme de las fieras tempestades
En tiempo de aflicción, tus sabias palabras vienen a mi mente y me alientan
Oh, mi Buen Amado, Tú me premias cual niña que ha sido golpeada y llorando va al padre
¡Cuán maravillosos son tus obsequios, oh Padre mío! Cada línea me acerca más a ti
Con tus manos benditas oh, mi buen amado unges mi cabeza con aceite extraído de tu vasija
Como la gacela que salta por los valles jugueteando de su amplia libertad
Así mi corazón salta de alegría en mi pecho cada mañana que abro mis ojos
Reconociendo cuán tierno y maravilloso has sido con tu hija
Tu cercanía, tus palabras, tu ternura hacen que me sienta segura
Mis maletas las preparo cada mañana, mi boleto está comprado
Y solo espero que anuncien mi nombre para entrar a mi nuevo hogar
A esa mansión donde mi habitación está preparada y lista para mi
El gran Rey saldrá a mi encuentro para darme la bienvenida a Su Reino Celestial
¡Aleluya, Aleluya diré al Rey de gloria!
Autora:
MARÍA ESTHER ARIAS CIFUENTES
11/02/2023
Deja una respuesta